Nuestra Historia
La iglesia primera de San Bernardo fue fundada un primero de septiembre en el año 1971, por nuestros pastores Raúl Santos Santos e Hilda Labbé de Santos. Un matrimonio modesto de mucho esfuerzo, pero obedientes a la voz del Señor. El Pastor Raúl se hizo como predicador en la cárcel de Santiago, trabajo espiritual ordenado en aquel entonces por nuestro Obispo Manuel Umaña Salinas.
El Mensaje de arrepentimiento a la antigua, sin vueltas, sonaba fuerte por sus labios, el que a la postre marcó a aquella generación. El tiempo no se hace esperar y una grave enfermedad avanza en la vida de nuestro Pastor Raúl, como hombre de Dios instaba a la iglesia a seguir por la senda predicada, porque la obra no se acababa ahí, y quien viniese a reemplazarlo la iglesia tenía que apoyarle. Gloria a Dios por aquella enseñanza porque hoy día son varias las familias que la guardaron, y han permanecido firmes en la fe, sin mirar atrás, fieles al Señor y al Siervo de Dios que hoy día nos preside.
Detrás de cada hombre de Dios, siempre hay una gran mujer, y sin duda la figura de nuestra pastora HILDA LABBÉ, caló hondo en quienes la conocieron, mujer dulce de palabras tiernas, de sonrisa fácil, jamás envuelta en conflictos con sus hermanos y hermanas, un puente de paz de quien la iglesia da testimonio. Hasta su muerte una fiel Dorca al Señor y a sus pastores.
La enfermedad de nuestro Pastor Santos cobró su vida, pero no su alma la que hoy descansa en el Señor, en el año 1985 parte al descanso eterno, y la tristeza se entremezcla con la incertidumbre en el seno de la iglesia en San Bernardo, ¿Quién será el nuevo pastor?
“Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.” Jeremías 3.15.
“Nacor tu predicas esta noche, porque te tienes que despedir de la iglesia” una orden que aún resuena en la memoria de nuestro pastor.
Era el domingo 20 de octubre de 1985, y el pastor José Arredondo Moreno entregaba a su hijo mayor al ministerio. No fue tarea fácil, Nacor era su primer oficial y fiel colaborador en la obra, ya en varias ocasiones el siervo de Dios nuestro Obispo Carlos San Martín Pulgar, le había pedido a su hijo para el ministerio, decisión que tarda, más los planes de Dios son perfectos y se cumplen.
Aquel domingo la iglesia de La Granja quedó conmovida, brotaron lágrimas que escondían alegría por la honra del aquel joven matrimonio, y la tristeza de ver partir a una familia hermosa, muy amada por todos ellos.
Un jueves 24 de octubre de 1985, un día cálido, de cielos azules el Señor se acuerda de aquel remanente, la iglesia en San Bernardo. A las ocho de la noche, los pastores supervisores Enrique Venegas y José Méndez, presentan al nuevo Pastor de San Bernardo, NACOR ARREDONDO MARTIN, y su esposa DELFINA BRAVO REYES. Un culto adornado por la presencia masiva de los hermanos de la Iglesia de la Granja, y la gloriosa visita del Espíritu Santo, marcó el inicio de este ministerio.
“Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”
Isaías 54:2-3.
No pasó mucho tiempo y Dios les concede un lugar más amplio en calle Vecinal Norte 740, a través de la gratitud de un noble varón, el hermano Baamondes, quien concede para la obra de Dios 6 x 8 metros en medio de una parcela llamada “La Primavera”. Aquel sería el comienzo de una obra que hasta el día de hoy da testimonio que hay Dios en medio de su pueblo.
Los años han pasado. Escrito están en los muros de la iglesia, el esfuerzo de muchos, su familia, sus hijos, su iglesia, y en especial de su esposa, nuestra pastora Delfina, quien lo ha acompañado hasta hoy. La visión del varón que Dios puso al frente de este rebaño, ha sido la visión del Profeta Isaías, aquel “reparador de portillo, reparador de calzadas”, de aquel que “pierde para ganar”, del que no se defiende esperando el justo juicio de Dios. No han sido las tristezas más que las alegrías, ni las pruebas más que las Victorias, nada le ha faltado a este rebaño, nada le ha faltado a esta obra porque JEHOVA ES SU PASTOR.
Han pasado 40 años de FE, confiando en el invisible, esperando oír su voz, cada día, cada noticia nos da esperanza “Él está cerca”.