

Sin Él, nada somos
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis...


Ley IV - La ley moral revela la voluntad de Dios a los creyentes.
¿Qué habría menos amable que la Ley si sólo nos exigiera el cumplimiento del deber sólo con amenzas, llenando nuestras almas de temor?...