La bendición que deja la prueba

En las semanas anteriores nos hemos enfocado en un tema especial, la prueba que Dios nos manda a nosotros como sus hijos, hemos estudiado qué es la prueba, por qué es importante que nuestra vida sea probada, hemos visto también lo que es pasar por la prueba, y en este artículo veremos ¡LA BENDICIÓN QUE NOS DEJA LA PRUEBA!

Sí querido hermano lector, leyó bien, la bendición que deja la prueba, cómo puede suceder esto quizás es su interrogante, cómo el pasar por momentos difíciles angustiosos y muy adversos en distintas etapas de nuestra vida, pueda dejar una bendición, pero déjeme decirle que es así, Dios nos prueba y nos pone dificultades pero también nos bendice por medio de estas, una forma gráfica de decirlo es que Dios nos “premia” de alguna forma luego de ser probados.

En las escrituras podemos ver un ejemplo muy conocido, pero que es muy claro cuando queremos hablar de las pruebas cristianas, que es el de Job, quien era un hombre perfecto, recto y temeroso de Dios, apartado del mal, y la palabra de Dios dice que como él no había ninguno en la tierra (Job 1:8), era próspero en sus bienes, tenía animales, tierras y gente a su servicio.

Un día Dios en su voluntad prueba a Job, permitiéndole a Satanás que lo tocase, o sea que le quitara todo lo que él tenía, pero que conservara su vida. Y así fue Job perdió todo, sus bienes, la gente que le servía, sus hijos, y hasta su cuerpo se vio afectado con una enfermedad llamada sarna, era tal la desesperación de la gente que conocía a Job, y que vio como todo esto le sucedió, que hasta su misma esposa le dijo que maldijera a Dios, pero Job quien tenía todas esas cualidades que antes mencionamos, no lo hizo y no pecó y le dijo en una oportunidad a su mujer

¿Recibiremos de Dios el bien y no el mal? Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá, Jehová dio, y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová Dios bendito (Job 1:21).

En estos pequeños versos podemos ver la inmensa confianza que tenía Job, su fe nunca falló y aunque a veces reclamó, sabía que Dios estaría a su favor y nunca lo dejaría. Y al finalizar el relato lo podemos ver así, Job fue bendecido por Dios, su cuerpo fue sanado, sus tierras fueron restablecidas, sus animales, y todo fue el doble de lo que tenía antes, tuvo más hijos, y vivió por mucho tiempo más, y termina con estas palabras… y murió Job viejo y lleno de días (Job 42:17)

Ahora bien que podemos sacar para nuestras vidas con este magnífico ejemplo, de perseverancia, paciencia, fe, que nos dejó Job. Como humanos, tenemos nuestro pensamiento finito y a veces eso no nos deja ver más allá de nuestra nariz o de lo que nosotros creemos que podemos hacer, cuando estamos pasando por alguna aflicción sea de cualquier índole ( espiritual, familiar, económica etc.) a veces cuestionamos y nos falta la fe, y decimos por qué me está pasando esto o por qué tengo que sufrir aquello, y pensamos que con nuestras propias capacidades podemos solucionar nuestras y aflicciones, pero cuando nos preguntamos el para qué el Señor me está haciendo pasar por esto, para qué estoy sufriendo aquello, ese cuestionamiento cambia todo el panorama, el Señor quiere tener un encuentro con cada uno de nosotros y a veces usa estos medios para probar nuestra fe, o para aumentarla.

El Señor para cada una de las cosas que nos pasa en nuestra vida tiene un propósito si no sabe ahora lo que es espere, nuestro tiempo no son los mismo de Dios, búsquele, conságrese y verá la gloria de Dios en su vida. Y si piensa que aún no ha pasado por ninguna prueba, prepárese, edifique su casa, busque al Señor, llénese de su palabra, para que cuando venga la prueba lo no encuentre desprevenido y sean sus fundamentos fuertes y basados en la roca que es Jesucristo nuestro Señor.

No olvide hermano, todo lo que pasamos es de bendición espiritual, para nuestra vida, aunque es un dicho pero es muy cierto, siempre después de la tormenta sale el sol, confíe, espere en Dios, aumente su fe y verá las grandes cosas que Dios tiene para su vida.

Para Dios que me ha dado esta oportunidad de escribir, doy honra y gloria y para mí solo su misericordia.