Jesús, el verdadero sentido de la Navidad
- Jorge Flores Elgueta
- 24 dic 2015
- 2 Min. de lectura

Se acerca una vez más navidad, todas las casas repletas de luces, los trineos en los techos de los hogares, los gorros de viejito pascuero, miles de personas comprando regalos, cientos de niños entregándoles cartas al viejito pascuero, las familias en los mall y centros comerciales gastando dinero, el típico grito: ¡Jo Jo Jo Feliz Navidad! La televisión enseñándonos que navidad es comprar regalos, enseñarles a los niños a creer en el viejo pascuero y un sinfín de cosas que pretenden enseñarnos lo que es navidad, cuando en realidad, navidad es prácticamente todo lo opuesto a eso.
Vivimos en un mundo materialista, que usa cualquier medio (navidad) para llevarnos al consumo innecesario y a la aparente “satisfacción” de los bienes materiales adquiridos, y que lamentablemente cada vez nos insta a hacer más cosas y a reflexionar menos. Pero si está leyendo este escrito, no tendrá nada que hacer, sino por el contrario lo invitaré a pensar un poco sobre este evento.
Navidad para nosotros los cristianos es una fiesta tremendamente de alegría, pero no por las razones que el mundo nos da, sino por las razones que la Biblia nos muestra. Es el cumplimiento de la promesa que Dios le dio a Adán cuando le dijo que de la mujer nacería el Salvador. Es un hecho que va a remover nuestro corazón a tal punto de llevarnos al mayor gozo que podríamos experimentar, navidad es “Dios con nosotros”, es el Padre de nuestro lado, es hermoso como lo muestra San Juan en su Evangelio “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Estas palabras nos enseñan que es lo que festejamos en Navidad, celebramos la bondad de Dios, la gracia de Dios al concedernos su hijo encarnado, tal cual lo dice el pasaje “y habitó entre nosotros”, sin tener motivo alguno, eso es lo más fundamental de esta celebración, el que Cristo vino a nosotros, movido solamente por amor y misericordia, a regalarnos este precioso Evangelio.
Es difícil imaginarse como el Rey de la gloria, no tuviera un lugar preparado para nacer, dando a entender que su vida no estaría marcada de lujos ni de bienes materiales, por esto mismo, navidad no consiste en que todos tengamos que por obligación regalarnos cosas, como la hacer ver el mundo, navidad es un tiempo para recordar el nacimiento de nuestra esperanza, y efectivamente, es una fiesta para nosotros más que para cualquier otro, porque como la Biblia nos lo enseña: ¡Ha nacido el Salvador!
Estimado lector, mi mayor deseo es que usted disfrute de esta navidad tanto como yo, pero no por las razones que le da el mundo, no creyendo en la mentira del viejo pascuero, no cayendo en el consumismo ni el materialismo sino que por el gozo infinito que sentimos nosotros los creyentes, al recordad aquel hecho hermoso del nacimiento del Señor.
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