Creciendo en el silencio
- Ezequiel Herrera Rocha
- 23 abr 2015
- 3 Min. de lectura

En nuestra vida muchas veces tenemos problemas y dificultades que no nos dejan tener una comunión con Dios, nos encontramos solos en medio de la tempestad. Sentimos que nada nos sale bien, muchas veces no podemos encontrar trabajo, no podemos encontrar un buen establecimiento educacional, e incluso no podemos contar con nadie.
Dios nos enseña a través de su palabra y de una alabanza, que la vida de un Cristiano, la vida de un verdadero hijo de Dios tiene que ser probada, ya que con la prueba Dios nos va formando, hasta alcanzar el carácter que Dios quiere que tengamos mediante su gran sabiduría.
“Examíname, Oh Dios, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis pensamientos”
Salmos 139:23
Nosotros, los discípulos de Cristo, estamos en constantes dificultades, tanto en burlas, nos ganamos el menosprecio de nuestros cercanos por predicar el evangelio de Cristo e incluso nos ganamos humillaciones por causa del evangelio, pero Dios nos muestra en una alabanza, la cual se encuentra en el Nº 277, que dice:}
“Somos probados los Cristianos,
Como el oro en el crisol” (…)
Hago esta semejanza, ya que el oro para demostrar su verdadero valor, su pureza es necesario pasarlo por el fuego, asimismo sucede con los Cristianos, para conocer sus verdaderos sentimientos, su verdadera confianza, es necesaria eliminar todas estas distracciones, necesitamos eliminar todos nuestros anhelos que nos alejan de la presencia de nuestro Dios.
Un ejemplo de esto es Job, ya que Dios le quitó todo sus bienes, todas su integridad física, le quito incluso lo que más le duele a un padre, que es la pérdida de sus hijo, con el propósito de probar su fe y su confianza. Pero Job nunca rehusó la voluntad de Dios, siempre alabo el nombre del Señor con lo que tenía y mayormente con lo que perdió, diciendo:
“y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”
Job 1: 21
Cada prueba viene acompañada de una gran bendición
Tenemos un gran ejemplo de una bendición después de la prueba, como lo fue en el pueblo de Israel. Al caminar 40 años en el desierto, pero Dios nunca les dejó, su ropa crecía junto con ellos, Dios les alimentaba. Asimismo Dios va a estar con usted en el momento de la aflicción, no le va a dejar solo, va a ver como la misericordia de Dios le va a alimentar día a día, le va a fortalecer, le entregará confianza.
Usted verá como Dios le abre puertas que antes estaban cerradas, pero solamente pasara cuando usted atraviese el desierto, cuando usted este en medio de la tempestad y Dios desde ahí lo llevara a la zna segura.
Las grandes embarcaciones que están en medio de la tempestad, logran ver la luz a través de las olas, la siguen y quedan seguros. Nosotros muchas veces seguimos las luces del mundo, creemos estar seguros en esas luces, pero de pronto se apaga y quedamos en medio de la oscuridad, quedamos en medio de la tempestad.
Mas la luz de Cristo permanece siempre encendida y es a la única donde podemos ir en momentos de dificultad, en esta podemos estar seguros y confiados, obviamente tendremos pruebas pero sin pruebas no hay bendición, Quizás nos faltaba oración, quizás nos faltaba preocupación con las cosas de Dios, pero Dios en este momento no está hablando antes de tiempo, y si usted ya está pasando la aflicción, tenga por seguro que Dios va a estar a su lado, tenga por seguro que Dios le está formando su carácter, como un padre quiere lo mejor para sus hijos, así mismo Dios quiere lo mejor para nosotros, nos está eliminando toda impureza, nos está emblanqueciendo, nos da Fe, Confianza y Seguridad.
Nunca pierda la confianza en Dios, ya que Él quiere lo mejor para su vida. Espero que este devocional haya sido de bendición para sus vidas, Dios les Bendiga y les Guarde.
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