El agua de la gracia de Dios.

En cierta ocasión Jesús se encuentra con una mujer en un pozo de agua. Jesús le pide agua a esta mujer, y ella responde ¿Quién eres tú para pedirme agua? ¿No sabes que somos distintos, que no te conozco? ¿Acaso no sabes que no está permitido que tú y yo hablemos? Sin embargo, Jesús le declara lo siguiente: Si supieras quién soy yo, no sería yo el que te pediría agua, sino que tú me pedirías agua a mi, y yo te daría no un agua cualquier sino un agua viva. La mujer le responde preguntando ¿Pero cómo vas a sacar tú agua de este pozo? Jesús le declara aún más: “cualquiera que bebiere de esta agua, seguirá teniendo sed, pero la que bebiere del agua viva que yo le daré, nunca más tendrá sed, porque mi agua es un agua que da vida eterna. Y la mujer al saber esto le ruega diciendo: Señor, ¡dame! ¡yo quiero de esa agua! (Jesús y la mujer Samaritana. Juan 4. 1-42).

Conócele, Él está cerca.

Estimado oyente, déjeme decirle que la historia de Jesús se vuelve a repetir todos los días. Todavía somos personas que tenemos sed y todavía Jesús está declarándonos que el puede darnos de su agua viva si nosotros le pidiéramos. Tal vez tú preguntas acerca de quién es Jesús, tal vez lo vez tan lejano que crees que no es posible encontrarte con Él, tal vez sientes que está tan distante y es tan diferente a ti que no hay forma de entablar relación con Jesús el Hijo de Dios. Pero estimado oyente: déjeme declararle lo siguiente: usted hoy debe enterarse que Jesús el Hijo de Dios, que resucitó de entre los muertos al tercer día, hoy vive y desea entablar relación contigo, desea que llegue el momento en que tú le pidas agua. En su misión de venir a la tierra, y encarnarse y conocer nuestra realidad, Jesús ha querido darse a conocer para poder entablar relación contigo. El quiere darte agua. Por lo tanto, debes saber que Jesús está hoy presente, y no está lejos de cada uno de nosotros (Hechos 17. 27).

Además, debes saber que Jesús tiene el poder de darte la verdadera agua que quitará tu sed. Jesús tiene esa agua que quita todo tipo de sed de nuestra alma. Jesús, el Hijo de Dios, es tan grande, que no te escatimará en darte la mejor agua, y no ahorrará en satisfacer la sed de tu alma. Tal vez te preguntes y afirmes en tu consciencia que no tienes sed, que no necesitas el agua de Jesús, y que no tienes necesidad de nada. Pero déjame decirte algo, todos necesitamos saciarnos con el agua de Jesús. Usted debe saber que fue hecho para ser saciado por Jesús; Por qué a veces te preguntas o sientes en tu corazón, pensando, ¿por qué siento que algo falta? o ¿por qué no estoy satisfecho? si tengo familia, tengo salud, tengo para comer, pero como que algo me falta, por qué no me puedo satisfacer? por qué tengo que recurrir a vicios, por qué pienso que la marihuana o el alcohol pueden llenar o suplir eso que falta. Déjame decirte estimado oyente, que esa es la alerta de tu alma que te dice a gritos que te falta el agua de vida eterna que hoy Jesús te está ofreciendo!

Te desafío a probar todo, pero te lo doy firmado, seguirás con sed, seguirás insatisfecho, porque sólo el agua de Jesús puede satisfacer la necesidad de tu alma. No te engañes, no creas lo que te dice el mundo acerca de que sólo tienes necesidades físicas, que sólo vale la pena cubrir tus necesidades corporales, la Biblia te enseña una verdad, tú eres un ser espiritual, con una necesidad tremenda de acercarte a Dios, no pierdas más tiempo, recibe el agua que Jesús hoy te está ofreciendo.

Jesús te llama hoy, dulcemente, Él no viene a condenarte, no quiere que sigas sediento buscando errantemente algo que te pueda satisfacer, Él quiere que tengas vida en abundancia, Él quiere que pruebes el agua de la gracia de Dios.

Hoy somos testigos de que no hay nada que pueda satisfacer como el agua de la gracia de Dios. Ya no queremos probar nada, ya no hace falta nada, en tristezas o alegrías, en victorias o en derrotas, en problemas o en paz, solo nos satisface el agua de la gracia de Dios. Te invitamos a recibir el mensaje del evangelio de Jesús, que no es un mensaje religioso, sino un mensaje de amor a nosotros que necesitamos de la gracia de Dios.

Nota del Autor: Este mensaje está escrito en el contexto de evangelismo público, nocturno, para poblaciones con personas en riesgo social y espiritual. Lo dejamos disponible para su predicación o publicación en tratados gratuitos exclusivos para evangelismo. En el caso de publicación en medios electrónicos favor pedir derechos contactando el equipo editorial de www.primerasanbernardo.com.

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